Todo tiene su momento, a veces es momento de estar solo, a veces es necesario un silencio sepulcrar para ordenar nuestra cabeza. A veces es imprescindible sentirnos completamente solos, con alguna ligera melodia de fondo, un vaso de whisky, quizas un buen habano, y mucho tiempo para pensar. En ocasiones nos urge analizar con detenimiento y bien a fondo algunas pequennas piedras que nos encontramos por el camino. Hay momentos en los que necesitamos consejos, consejos nuestros, que salgan de nuestro propio reguero, no de un agente externo. Para esas decisiones mezcladas mi consejo es precisamente este, un pequenno dialogo con nosotros mismos.
Intentar alcanzar ese estado nirvanico que nos iluminara, con una facilidad espantosa, el camino que por el que debemos seguir avanzando.
Intentar alcanzar ese estado nirvanico que nos iluminara, con una facilidad espantosa, el camino que por el que debemos seguir avanzando.
