Todos pasamos por eso. Hay situaciones que vivimos en una fiesta, en un cabaret, en una guagua, incluso en la cola del pan; que despues nos hace arrepentirnos y querer tener una segunda oportunidad, o poder echar el tiempo atras y hacer las cosas de otra manera. Situaciones en las que media un simple e inocente intercambio de miradas. Alguna sonrisa nos delata, pero nos bendice con otra como respuesta. Sin embargo el tiempo pasa, la fiesta se acaba, el cabaret llega a su fin, nos llega la parada, o compramos ya el pan y la situacion no tiene giro ninguno.
Damos la espalda y segimos con nuestro dia, algo contentos sabiendo que somos capaces de ganarnos una sonrisa timida; pero transcurridos unos minutos pensamos que hicimos mal, que debimos haber hecho las cosas de otra manera, que debimos buscarle un giro a la situacion, intentar al menos oir su voz; sin embargo ya es muy tarde, volteamos y ya todo desaparecio; y todo por no saber como salir de ese estado inerte y ese paraiso temporal que nos construimos.
Damos la espalda y segimos con nuestro dia, algo contentos sabiendo que somos capaces de ganarnos una sonrisa timida; pero transcurridos unos minutos pensamos que hicimos mal, que debimos haber hecho las cosas de otra manera, que debimos buscarle un giro a la situacion, intentar al menos oir su voz; sin embargo ya es muy tarde, volteamos y ya todo desaparecio; y todo por no saber como salir de ese estado inerte y ese paraiso temporal que nos construimos.
