Hay ocasiones en que la vida te da la espalda. Te da la espalda y te pone ciertas reglas, ciertos obstaculos que puedes o no cumplir. Si no los cumples, a la larga joden; pero si los cumples no vives a plenitud.
En estas ocasiones son pocas las escapatorias. En algunas terminas dannado, en otras haces danno.
Llamenme egoista, pero yo escojo la segunda.
Escojo la segunda pero poniendo todo mi esfuerzo y dulzura, haciendo inolvidable todas las noches, aunque solo sea una. Pongo todo mi ser por mantener bien vivas ciertas relaciones pero siempre con un previo acuerdo de reglas. Una vez claras las clausulas, comencemos entonces a compartir ocasionalmente, soledades.
