Hablo por los hombres, dejando a un lado el machismo y toda la guerra sexista.
A veces invitamos a una muchacha a salir, al cine, a sentarnos en algun lado, a tomar algo, a conversar un poco, a alguna discoteca o algo parecido, en fin, el lugar y el gasto es lo de menos, es el fin lo que me importa, la cuenta. Es cierto que la invitacion partio de nosotros, que de antemano nos responsabilizamos de todos los gastos -casi siempre va implicito en la invitacion-, pero nunca viene mal un simple gesto de elegancia, de caballerosidad femenina -por llamarlo de algun modo-. Detestamos -por lo general no me incluyo en este grupo- que una mujer nos pague algo -puro machismo-, preferimos hacerlo nosotros, pero siempre nos hace sentir muy bien cuando llegada la cuenta nuestra cita hace al menos el gesto de compartir gastos. Ya no existe eso, las mujeres hoy dia se creen con cierto derecho -no todas, lo reconozco- y de cierta forma bendecidas por la gracia de ser feminas, por lo tanto no se sienten aludidas en esta parte de la cita.
Siempre cae mal, a veces nos jode bastante, pero en resumen, si la cita fue bien, no nos lamentamos tanto, aunque hubiera sido perfecta si hubiera existido una inclinacion, por minima que fuera, que reflejara esa caballerosidad femenina.
A veces invitamos a una muchacha a salir, al cine, a sentarnos en algun lado, a tomar algo, a conversar un poco, a alguna discoteca o algo parecido, en fin, el lugar y el gasto es lo de menos, es el fin lo que me importa, la cuenta. Es cierto que la invitacion partio de nosotros, que de antemano nos responsabilizamos de todos los gastos -casi siempre va implicito en la invitacion-, pero nunca viene mal un simple gesto de elegancia, de caballerosidad femenina -por llamarlo de algun modo-. Detestamos -por lo general no me incluyo en este grupo- que una mujer nos pague algo -puro machismo-, preferimos hacerlo nosotros, pero siempre nos hace sentir muy bien cuando llegada la cuenta nuestra cita hace al menos el gesto de compartir gastos. Ya no existe eso, las mujeres hoy dia se creen con cierto derecho -no todas, lo reconozco- y de cierta forma bendecidas por la gracia de ser feminas, por lo tanto no se sienten aludidas en esta parte de la cita.
Siempre cae mal, a veces nos jode bastante, pero en resumen, si la cita fue bien, no nos lamentamos tanto, aunque hubiera sido perfecta si hubiera existido una inclinacion, por minima que fuera, que reflejara esa caballerosidad femenina.
