Hay pequennas cosas que por tan pequennas e insignificantes que son, no le damos la importancia que debemos. Hay pequennos detalles que nos ayudarian en extremo a hacer nuestros dias mas pasajeros, nos harian sentir mas realizados, nos harian olvidar ciertas preocupaciones.
Todo secreto esta en saber ritualizar ciertas cosas.
El simple hecho de tomar un cafe, podria llegar a convertirse en todo un momento especial y de tranquilidad plena. Desde el momento en que se monta la cafetera, se prepara el azucar, se preparan las tazas con un poco de leche bien espesa, un poco de cafe con el azucar e intentar hacer una mezcla pastosa. Despues todo el cafe, un express con todas las de la ley, incluso mejor. El cafe con la crema ya preparada en las tazas, despues un poco de canela rociada por arriba, un Capuccino especial. El sentarse comodamente, encender un cigarro, el cenicero bien cerca, y el cafe en una taza con plato y todo el glamour posible.
O el insignificante momento de disfrutar un buen trago, sea lo que sea, con un vaso bien fino y extragavante, sentarse comodamente a deleitarse con una buena vista -una gama de azoteas y antenas, el caminar de las personas, el sonido de algunos pajaros-.
La lista es interminable y de facil cumplimiento. El resultado es genial, el gozo pleno de momentos, pequennos momentos que hacen nuestro dia un poquitin mas satisfactorio y relajado.
