viernes, 30 de abril de 2010

Propiedad Equivocada

Aunque creamos que no, siempre nos molesta, nos duele, y actuamos irracionalmente.
Toda pareja, por muy feliz o infeliz que haya sido, una vez separada se mantienen un tiempo -muy pequenno para algunos, muy largo para otros- solos, sin pareja sentimental estable.
Ese tiempo cada persona lo aprovecha a su manera. Hay quienes deciden emplearlo en si mismo, en el trabajo, en la escuela, en la familia. Hay quien decide aprovecharlo para hacer lo que no podia mientras formaba parte de esa relacion recien acabada, y no para la zuela, y las relaciones sociales aumentan con una pendiente en extremo positiva. Cada cual coge su rumbo, y mientras tanto todo va viento en popa, con depresiones, alegrias, encuentros, llamadas, sonrisas. 
Pero lamentablemente siempre llega el dia de un enfrentamiento de antiguos conocidos. Da igual cuanto haya llovido, llegado el dia siempre nos sentimos extrannos.
Vemos a esa persona con la que compartimos varios momentos -malos o buenos- y que ademas se encuentra acompannada, y de pronto nos deprimimos un poco, hacemos el ridiculo con comentarios absurdos, con miradas indiscretas, con malos tratos. No queremos quedarnos atras, no soportamos que nos hayan olvidado tan rapidamente, que nos hayan podido cambiar. De pronto nos invaden las ganas de una reconquista, aunque sepamos, tengamos la seguridad, que no funcionaria bajo ningunas circunstancias. Sentimos que alguien disfruta de esos pequennos cambios que logramos en esa persona que algun dia vio por nuestros ojos.
Para estos momentos no hay cura, simplemente actuar maduramente y lo menos posible. Intentar ser amigos y seguir mirando adelante, con la frente bien alta.